Café Filosófico-Histórico: Siglo XIX

sábado 12 de noviembre

Café Filosófico-Histórico: Siglo XIX

TEMA: LUDWIG FEUERBACH. "La Escencia del Cristianismo" y "Principios de la Filosofía del Futuro"

Ludwig Feuerbach (1804-1872)
“Así como tú concibes a Dios, así piensas tú mismo. La medida de tu Dios es la medida de tu inteligencia. Concibes tú a Dios como limitado; entonces tu inteligencia es limitada. Concibes a Dios como ilimitado: entonces tampoco tu inteligencia es limitada.” ( La esencia del cristianismo)
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“Los titulé Principios de la filosofía del futuro porque la época actual en general, este período de astutas ilusiones y repugnantes prejuicios, es incapaz de asimilar y menos aún de apreciar, precisamente por su simpleza, las sencillas verdades de las que se extraen estos Principios.
La filosofía del futuro tiene por misión conducir a la filosofía del reino de las «almas desaparecidas» al reino de las almas encarnadas y vivas; de hacerla descender de la beatitud del pensamiento divino, carente de necesidades, a la miseria humana. Para este fin sólo requiere un entendimiento humano y un lenguaje humano. Y, sin embargo, pensar, hablar y actuar de manera pura y verdaderamente humana es algo que le está reservado exclusivamente a las generaciones venideras.” (Principios para una Filosofía para el Futuro)
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Tal vez porque se hizo famosa la crítica que Marx le dedicó o tal vez por lo controvertido de su ataque al cristianismo y a la religión en general, lo cierto es que ha habido poca difusión de la Filosofía del Amor de Feuerbach. En las universidades casi no se lo menciona ya. Es más, en las facultades de filosofía el tema del amor es casi un tabú.
Y es esta circunstancia la que justamente Feuerbach critica. Nosotros no tomamos nuestras decisiones cotidianas, ni solemos tomar las decisiones más relevantes en nuestras vidas en base a la evaluación racional de argumentos consistentes. Las tomamos por nuestros estados de ánimo y nuestras pasiones, por lo que amamos. Por ello, lo que la filosofía debe estudiar es al hombre mismo, en sociedad, tal como aparece y actúa.
En sus Principios para una Filosofía para el Futuro, lo resume así:
"La nueva filosofía se apoya en la verdad del amor, en la verdad de la sensación. En el amor, en la sensación en general, todo hombre admite la verdad de la nueva filosofía. Con respecto a su base, la nueva filosofía no es más que la esencia de la sensación elevada a la conciencia - ella sólo afirma en y con la razón, lo que todo hombre- el hombre real -reconoce en su corazón. Ella es el corazón al que se ha hecho entrar en razón. El corazón no quiere seres u objetos abstractos, metafísicos o teológicos -quiere seres y objetos reales, sensibles."
Es decir, no sólo deberíamos enfocarnos en el estudio del amor, como sensación, sino también deberíamos hacerlo desde el amor, es decir desde la apertura del corazón hacia el conocimiento – como opuesto a una actitud intelectualista estéril.
Antes de continuar con la reflexión sobre la filosofía del futuro propuesta por Feuerbach veamos un breve resumen de su vida, la cual es relevante por el papel que él le da a la práctica en el quehacer filosófico.
1804 Nace Ludwig Feuerbach (1804-1872)
1816 Publicación de la Ciencia de la Lógica (Hegel)
1821/24 Independencia del Perú
1823 Estudios de Teología en Heidelberg
1824 Estudios de Filosofía en Berlín (e.o. con Hegel)
1830 – Reflexiones sobre la muerte y la inmortalidad
1833 – Historia de la Filosofía reciente (de Bacon a Espinoza)
1834 – Abelardo y Eloisa, o El Escritor y el ser humano
1835 - Crítica del Anti-Hegel
1839 - Sobre Filosofía y Cristiandad
1841 La Esencia del Cristianismo
1843 Principios para una Filosofía para el Futuro
(Grundsätze der Philosophie der Zukunft)
1844 – La esencia de la fe en el sentido de Lutero
(publicado en la revista “Vorwärts” por Marx)
1845 Tesis sobre Feuerbach (Marx)
1846 – La esencia de la Religión
1848-49 Levantamientos revolucionarios en Alemania
Depresión
1859 Quiebra de Fábrica de Porcelana de su esposa
1868 Lee el Capital se une al PS
1869 2do derrame cerebral - 1872 Muere
En principio podríamos decir que Feuerbach tempranamente rompe con la teología, de la cual rescata sin embargo algo. Esto es, el que ésta tematice afectos, y más específicamente el amor, sobre todo en las versiones de Lutero y Abelardo. Pero estas tendencias humanas, como el amor, que el ser humano dirige hacia dios, en vez de dirigirlas a otro ser humano, piensa Feuerbach, no deberían desecharse sino rescatarse, limpiadas ya de su ropaje religioso.
Por ello, nos dice en Principios para una Filosofía para el Futuro
“§ 1. La tarea de la época moderna fue la realización y la humanización de dios – la transformación y la disolución de la teología en antropología.”
Es decir, en la época moderna, en especial a través de Lutero, pero en el cristianismo en general, la relación con dios se plantea cada vez de manera más humana, a dios se le atribuye que nos ama, y nosotros amamos a dios. Son las aspiraciones que tenemos los seres humanos de amar a otros, pero que en la realidad se nos hace imposible ya sea por barreras internas o realidades externas. Este proceso de transformación del dios más abstracto en un dios más humano, según Feuerbach, se ha realizado por la sociedad en la historia más reciente (siglos XVII y XVIII). La culminación de esta humanización de dios es la filosofía hegeliana, que supone que el espíritu absoluto, esto es, la conciencia colectiva dominante de toda una época, es la cristalización de la voluntad de dios, es la realización de dios mismo.
“§ 19. La culminación de la filosofía moderna es la filosofía hegeliana. La necesidad histórica y la justificación de la filosofía moderna por lo tanto se relaciona principalmente con la crítica a Hegel.”
En ese sentido, así como la filosofía moderna logró desligarse de la teología doctrinaria, a la cual estaba ligada durante toda la edad media y hasta entrada la edad moderna, ahora la tarea de la filosofía es ofrecer una alternativa totalmente nueva, desligada de toda idea de dios.
“§ 20. La nueva filosofía tiene la misma tarea y la misma postura frente a la filosofía precedente, como la que ésta tuvo, en su momento, frente a la teología. La nueva filosofía es la realización de la filosofía hegeliana, y la realización de toda la filosofía anterior en general, pero es una realización que a su vez es la negación, más exactamente la negación irrefutable de la misma.”
La nueva filosofía debería dejar atrás todas las generalizaciones que no parte de la realidad, ni la reflejan. Las abstracciones son rezagos de la vieja filosofía, que la arrastra de la metafísica/teología.
“§ 27. El ser de la lógica hegeliana es el ser de la vieja metafísica, que se dice de todas las cosas sin distinción, porque según ésta todas las cosas coinciden en que son. Pero este ser indiferenciado es un pensamiento abstracto, un pensamiento sin realidad. El ser es tan diferenciado como los son las cosas que son.”
La vieja filosofía y la filosofía hegeliana plantea siempre una contradicción entre el ser y el pensar. Así Hegel comienza su Fenomenología del espíritu -en la que supuestamente se va a hablar del ser humano- planteando un “ser” que no se da, que no se remite a los seres humanos concretos, sino que no es más que una abstracción.
“§ 28. La filosofía hegeliana no ha llegado a ir más allá de la contradicción del ser y el pensar. El ser, con el que comienza la fenomenología, no está menos en directa contradicción con el verdadero ser, que el ser del que parte la lógica.”
En vez de describir abstracciones de cómo funciona la mente humana, o cómo se desarrolla su espíritu, lo que los filósofos o los seres humanos dedicados a la filosofía deberían hacer es “asincerarse”, es decir abrir su corazón y ver y analizar aquello que realmente ven y sienten. Y enfocar al quehacer filosófico en esta realidad y no en abstracciones que, siendo personas lúcidas, ellos saben que no corresponden a la realidad. Más tarde Sartre se referirá a este fenómeno de negación de la realidad como a “la mala fe”.
“§ 34. La nueva filosofía se apoya en la verdad del amor, en la verdad de la sensación. En el amor, en la sensación en general, todo hombre admite la verdad de la nueva filosofía. Con respecto a su base, la nueva filosofía no es más que la esencia de la sensación elevada a la conciencia - ella sólo afirma en y con la razón, lo que todo hombre- el hombre real -reconoce en su corazón. Ella es el corazón al que se ha hecho entrar en razón. El corazón no quiere seres u objetos abstractos, metafísicos o teológicos -quiere seres y objetos reales, sensibles."
Nietzsche más tarde retoma esta idea de que lo que llamamos “razón” suele ser simplemente la racionalización de nuestros sentimientos y pasiones. Ejemplo: A alguien le gusta una chica pero esta chica no es muy inteligente. Entonces dice: Ella es maravillosa. Tiene una inteligencia “especial”. La gente que no lo ve, es porque son envidiosas o prejuiciosos y no entiende que hay múltiples inteligencias, etc. dando gigantes teorías sobre las inteligencias múltipes… Luego de un tiempo se pelea y se aburre de esta misma chica y argumenta que es una persona ignorante, sin brillo intelectual, superficial, etc., dando múltiples “pruebas” de ello, y exagerando el lado intelectual negativo de la misma persona.
“§ 35. Si la vieja filosofía decía: lo que no es pensado, no es; la nueva filosofía, por el contrario, dice: lo que no es amado ni puede ser amado, no es. Pero lo que no puede ser amado, tampoco puede ser adorado. Sólo lo que puede ser objeto de la religión, es objeto de la filosofía.
Así como es objetivo, así también subjetivamente el amor es el criterio del ser – el criterio de la verdad y la realidad. Donde no hay amor, tampoco hay verdad. Y sólo es algo, aquel que ama algo -No ser y no amar nada son idénticos. Cuanto más uno es, tanto más ama, y viceversa."
Cuando no hay amor, no hay voluntad de conocer realmente. El tema tiene que apasionar para que tengamos la mente abierta para estudiarlo. Si nuestra intención es desde el inicio criticar, refutar, etc. sin que hayamos logrado ver el asunto con el corazón abierto, no veremos ninguna realidad, ninguna verdad. Solo retroalimentaremos nuestros prejuicios, nos estancamos y dejamos de vivir plenamente.
“§ 36. Si la vieja filosofía tenía como punto de partida la proposición: Soy un ser abstracto, un ser que solo piensa, el cuerpo no forma parte de mi esencia; la nueva filosofía, por el contrario, parte de la proposición: soy un ser real, sensible: el cuerpo forma parte de mi esencia; es más, el cuerpo en su totalidad es mi Yo, mi esencia misma. Por eso, el viejo filósofo pensaba en una continua contradicción y discordia con los sentidos, para mantener alejadas las representaciones sensibles y no contaminar los conceptos abstractos. En cambio el filósofo nuevo piensa en consonancia con los sentidos y está en paz con ellos. “
La vieja filosofía, de la que habla Feuerbach que considera que el filósofo sólo debe pensar y dedicarse a su trabajo intelectual, desdeñando su cuerpo sensible y su vida cotidiana en sociedad, como parte integral de su quehacer filosófico, está todavía allí hoy en día en gran parte de las cátedras universitarias, ya sea porque así lo desea, o porque así se exige en las universidades para parecer “académico”.
“§ 49. Las determinaciones que nos proporcionan un conocimiento real, siempre son solo aquellas, que determinan al objeto a través del objeto mismo, es decir a través de sus propias determinaciones individuales, y no a través de determinaciones generales, como los son las determinaciones lógico-metafísicas, que no determinan a ningún objeto, porque abarcan a todos los objetos indistintamente.”
Conocemos realmente algo cuando no lo vemos a través de las anteojos de un set de conceptos preconcebidos, que no ha partido de nuestra experiencia real y tratamos de hacer encajar nuestras experiencias y sensaciones a ese set de conceptos que no se refieren en realidad a nada concreto.
Ҥ 51. La unidad entre el ser y el pensar solo tiene sentido y verdad,
si se toma al ser humano como el fundamento, el sujeto de esta unidad. Solo un ser real reconoce cosas reales; sólo allí donde el pensar no es sujeto para sí mismo, sino predicado de un ser real, solo allí el pensar no está separado del ser. (…)
De aquí se desprende el siguiente imperativo categórico:
¡No quieras ser un filósofo a diferencia del ser humano! ¡No seas sólo un ser humano pensante!¡ No pienses como pensador, es decir, no pienses en calidad de una facultad aislada para sí misma, arrancada de la totalidad de la esencia del ser humano real!¡Piensa como un ser vivo, real, en calidad del cual tú estás expuesto al revitalizante y refrescante oleaje del mar del universo! ¡Piensa dentro de la existencia, dentro del mundo como un miembro del mismo!”
Este es un tema que comparte con el filósofo danés Søren Kierkegaard y también con Nietzsche de alguna manera. El ser humano es una unidad de cuerpo, sensaciones, pasiones y producciones mentales, siendo así que lo que lidera nuestro comportamiento son las sensaciones, y para Feuerbach, la principal es el amor, porque es la que más motiva nuestro accionar y nos abre la mente para adquirir nuevas experiencias y conocimientos.
Por ello la filosofía debería tematizar la antropología y la fisiología desde una actitud no solo intelectual, sino también experiencial.
“§ 54. La nueva filosofía convierte al ser humano, incluyendo a la naturaleza como base del ser humano, en el objeto por excelencia de la filosofía único y universal -convierte pues a la antropología, incluyendo la fisiología en la ciencia universal.
§ 55. El arte, la religión la filosofía o la ciencia son solo manifestaciones o revelaciones de la esencia humana verdadera. Un ser humano completo verdadero sólo es aquel que tiene un sentido estético o artístico, religioso o ético y filosófico o científico. Un ser humano en general sólo es aquel al que nada esencialmente humano le es ajeno. Esta proposición, asumida en su significado más pleno y universal, es el lema del nuevo filósofo.”
Finalmente aclara Feuerbach, nuestra experiencia y nuestras sensaciones nunca están aisladas, sino que se dan en un contexto social. Amamos a personas concretas y son personas concretas las que nos aman. Estas personas y nosotros no nos determinamos por abstracciones hegelianas, sino que cada uno de nosotros tiene sus propias características y estas determinan nuestros deseos y nuestra
voluntad y no viceversa y juntos conformamos la sociedad.
“§ 59. Cada ser humano individual no tiene la esencia del ser humano en sí, ni como ser moral, ni como ser pensante. La esencia del ser humano solo está contenida en la sociedad, en la unidad del ser humano con el ser humano – y esta unidad sólo se sustenta en la realidad de la diferencia entre tú y yo.”
La propuesta de Feuerbach consiste pues, en la idea de que el ser humano se rige principalmente por sus sensaciones y en ese sentido el estudio de la antropología y la fisiología es decisivo para entender al ser humano, y para la filosofìa. Y de las sensaciones la más relevante para el ser humano es la del amor, pues es la que mayor peso suele tener en la toma de sus decisiones, tanto cotidianas como aquellas sobre las grandes decisiones de su vida, y porque el amor hace que abra su corazón a la recepción de nuevos conocimientos, permitiendo crecer como ser humano.

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LA ENTRADA ES LIBRE Y EL CAFE ES GRATIS.
Café Filosófico-Histórico N° 1042
Fecha: sábado, 12 de noviembre 2022

Lugar: Centro Cultural Búho Rojo

Jr. Ugarteche 181 – Pueblo Libre, Lima 21

(Alt. Cruce de Av. Sucre con Av. La Mar, a 2 cuadras del Queirolo y 3 cdras. de la Municipalidad de Pueblo Libre)

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